sábado, 31 de enero de 2015

Palabras-actos

Demasiado fácil para algunos
o demasiado difícil para otros.
Rostros de un silencio,
de un amor cuerdo.

Se atan entonces
esas pequeñas fibrillas,
y se entrelazan cada día
sin morir jamás.

Pero a veces es entonces
eso que digo al principio:
tontos o difíciles
todos los supuestos nuestros.

Como cuando el cielo tapa,
y cubre mis heridas
con trapos de algodón,
tejido limpio y azul

Como cuando mis manos
se vuelven las creadoras
de un abrazo que es sustento,
que es fruto  de sentimiento.

Pues, como así he dicho,
entre palabras y actos,
unos somos de hablar
y otros de obrar.

El problema está ahí
en que a veces sobran palabras,
y a veces,
faltan actos.

sábado, 24 de enero de 2015

joven


No sé si encontré un amigo,
o un mago despiadado,
o una formidable sonrisa
y todo su legado.

No sé bien si supe entenderle o
si simplemente nunca entendí
eso de ser feliz con tan poco.

Así, miré a mi alrededor,
y creyendo que la vida era plena,
que el mundo llenaba cada espacio ,
cada hueco del universo,
me decidí ir ahí.

Tomé la decisión de ser mejor,
o algo así. De ser yo, ¿entiendes?
De no dejar que nadie me dejara ahí,
otra vez,
con ese frío que estiraba mis pulmones,
y tus palabras,
que no me dejaban respirar.

Entonces,
si no era eso lo que quería.
Era mejor correr,
ya vendrías tú después.

Y sin más que una o dos ,
de esas palabras tan mías
decidí venir.
Y no me puedo arrepentir,
si soy tan joven...

Como la juventud que engaña,
y te hace creer que eres bastante
bastante más poco de lo que eres...

Y nadie me dijo de luchar,
aunque fuera un poco.
Y no entendía,
porqué hay personas que luchan
para eso.

Pero claro,
otra vez.
Somos jóvenes,
no podía querer,
y menos creer,
que lucharían por amor.

jueves, 22 de enero de 2015

Ni con nada

Ni con tiempo podemos llegar a la conclusión de aquel todo del que tanto hemos huido. Ni con lágrimas, ni sonrisas hemos cambiado tanto este mundo si no fuera por algunos. Ni con luchas , ni con batallas diarias hemos soportado mejor el dolor: ni con tu fe. Ni con las ganas, ni con las vacías hojas de aquella libreta, o aquél diario, o aquella palabra que resulta mágica una vez la dije yo. Si quiera con esa belleza, con esos colores, con ese rostro brillante,  encontramos las palabras adecuadas. Ni con palabras, ni con hechos, ni con el cielo de la noche o el sol que nos quemó eclipsados. Ni enojados con un mundo triste, o un cántico feliz, o una mítica historia, hemos sabido entender mejor el significado de la vida. Ni con estas frases congruentes, con sus más y sus menos, sus enemistosas conclusiones realmente contradictorias.

Ni contigo, ni sin ti. Ni con el fracaso, ni con la victoria momentánea. Ni con la feliz tristeza, o la triste felicidad. Ni con una contradicción. Ni con una adicción hemos sabido luchar. Ni con la complicada simplicidad, o la típica paradoja, o el rojizo azulado, o con la expresión de una seria sonrisa, o una palabra vaga y sus limitaciones, hemos sabido hablar mejor. Ni con nada más que añadir, ni si quiera con un arte. Ni conocerte, ni con saberte, ni con encontrarte ahí. Ni con estas faltas, y esos valores que abarcan el triunfo de una historia machacada, hemos sabido hablar mejor.

Ni más alto , ni mas claro, ni menos fuerte, ni más raro , ni más de nada hemos sabido seguir. 

Ya, ya lo sé. Ni con todo hemos tenido algo. Ni con la frase del amor hemos retenido la mirada más de un segundo. Y así, sin preguntas ni contestaciones, en las ecuaciones de una física , de un química sobrenatural, de una relación con la vida inesperada, hemos sabido combatir mejor.

No sé si algo de esto tiene un sentido,
pero ni con el sentido,
he encontrado el mío propio.
Entiende que ni con saberlo he comprendido mejor que ahí a lo lejos, muy lejos de palabras, de señales, de colores, de amores y amistades, de pasiones y traiciones, de ambiciones rotas. Ahí, detrás del alma, del sentimiento, del corazón, de la pura reflexión. Ahí, estaba alguien. Estaba algo. Estábamos yo,
y aunque así bien no sea lo correcto,
volvía a estar yo,
y mi fórmula resuelta.

Con mis palabras.




sábado, 10 de enero de 2015

(Queridas) Estrellas;

Queridas estrellas,
ahí a lo lejos aún latís.
Es en vosotras donde guardo el mañana,
donde quiero creer en que estáis.

Queridas estrellas de la noche,
es tibia y negra la noche
y tan blanca la luna que ilumina,
-tarde-
su mirada.

Queridas estrellas bonitas,
os pido que seáis los ojos de ese cielo
y me fotografiéis la sonrisa más bonita,
así como la tristeza -pero no esa amarga-

Y, si estáis ahí: ayer y hoy,
por favor, os pido que sigáis estando
ahí,
mañana.

Porque no creo en mucho,
sólo creo en que si sabéis llenar estos huecos,
en que si creáis amores a distancia,
y en que si os guardáis para la noche..

Entonces,
sabiendo que estáis ahí,
y que solo el humo ficticio de esta ciudad
 os tienta a esconderos,
sé que nunca decidiréis iros.

Por eso, preciosas luces que sabéis,
incesantes en vuestro arte de iluminar espacios muertos,
de llenar la imaginación,
y las más bellas obras,
no os vayáis jamás de mi.

Dejadme seguir un camino,
enseñar que no sé nada.
Saber que sé mucho más
por palabras inventadas,
que por libros de la escuela.

Permitidme manteneos en mi,
haceros brillar también por aquí.
Y que si alguien entiende lo que quiero decir,
entonces,
vosotras también estéis ahí,
y os quedéis ahí.

jueves, 8 de enero de 2015

time flies

Hay personas que creen que lo tienen todo ganado, haciendo poco. Hay otras que no saben por donde empezar y se quedan ahí. Hay quien lo intenta una , dos y hasta tres veces , y aún no lo consigue. A lo mejor lo consiguen a la cuarta, o a la quinta, y otros directamente poco lo intentan para conseguirlo. Obviamente, la satisfacción supongo que es diferente entre unos y otros. Las comparaciones resultan odiosas y tampoco creo que sean tan importantes estas comparativas. Lo que sí es cierto es que hay algunos aspectos equivalentes entre sí, y al final y al cabo, entre unas y otras, dejando algunas en el campo de la excepción, los resultados son iguales. Que más da 8, o 4 si al final siempre guardan un dos por ahí. La verdad , no pretendo introducir un análisis ambiguo de esto, solo pretendo establecer alguna que otra premisa: y verdaderamente creo que es importante fijar algunas bases.

Pues, como bien decía al principio, no lo tienes todo ganado. Está claro que una amistad puede perdurar incondicionalmente pero también puede  quedarse en olvido.
No es el mismo caso si hablamos en una relación porque creo que estas han de ser quizás mas cuidadas y aunque a lo mejor soporten más los fallos, creo que resultan débiles si no tienen fuerza en la base. Y también , aunque sea claro que no podemos esperar lo mismo, no creo que me equivoque si digo que no podemos conformamos con cualquier excusa para amar. No, ciertamente: hay que crear un espacio muy bonito y respetarlo. Hablemos de espacio vital.

Por eso mismo, hay quien se lleva grandes desilusiones en esta vida cuando espera de los demás algo que no reciben. No voy a excusarme porque es posible que yo también quepa en esta frase, y creo que poco a poco nos enseñamos a no detenernos con tonterías. Pues dar tiempo, dar espacio, conservar el oxígeno es importante.

Aún más importante es sino el hecho de guardar cierta confianza, lealtad, unos gramos de cariño (no está mal de ven en cuando). No podemos enseñar a las personas a que nos quieran como nosotros queremos, ni cambiar sus prioridades, ni a ellos mismos. Pero tampoco podemos darnos sólo por conseguir un poco de afectividad. Creo que, desde hace algo de tiempo, sé que es cuestión más de ser realista y dejar que el tiempo fluya, y en su paso, a quien quiera llevarse que se lo lleve, pero que no se lleve a las personas importantes: Que sea más bien discreto el tiempo y nos deje avanzar.

lunes, 5 de enero de 2015

-Ayudar-

A todos los que una vez decidieron volar más alto de lo que decían o algunos predecían
A esos que se preguntaban si había algún Dios que cuidaba y se  quedaron despiertos en nuestro recuerdo desesperado,  y como a todos nosotros que estamos aquí y no sabemos bien si algo puede responder a nuestra desesperada y ansiada ambición.

Y, a todos los que han brillado tanto como las estrellas, discretamente o heroicamente, y que hicieron correr la tinta en muchos lugares de este mundo. Pero como aquellos que , sin querer, o queriendo mucho, se quedaron en la soledad de un domingo por la tarde mirando un reloj que les pudiera sacar de aquél tiempo tan desesperante.

Bien, si dijera que me escondí en un rincón y nadie me ha vuelto a sacar, mentiría. Creo que salí victoriosa porque , en algún sentido más amplio, me llegaba demasiado el punto de una sonrisa radiante por dentro. Al igual que una lágrima podía destruirme todas las concepciones de un mundo que pensaba -era- demasiado bonito. Así pues, creo que cuando escuchaba a alguien me sentía bastante bien. Estoy convencida de que cualquier persona, al ser lo que es, no puede evitar sentir algún tipo de anhelo aquí. Y esto a mi me pasaba desde que a los ojos de una niña vi un héroe pasar por mi lado, y latente en el recuerdo lejano, sigue estando presente en la mayoría de mis acciones.

Hay personas, incluso, las que más me quieren, que me dicen que me cargo demasiado la mochila. Que podría ser más feliz, en fin. Y no les quito razón en lo primero, les quito razón en lo segundo. Creo que ayudar a las personas puede hacerse de mil maneras diferentes y , aunque he encontrado a personas demasiado diferentes como para establecer ese trato, he querido en una cierta profundidad que sólo he conseguido llegando a más de un corazón.

No me considero una gran persona, no; en realidad me considero afortunada de poder sentir así, de poder perderme en el cielo , en la música, en algunas manos, algunos abrazos, y muchos sueños.