en el que las flores jamás marchiten
y las plantas sean puras
y no existe más que el aire puro.
Imagínate un sueño,
que reluce como el oro,
que ya no es una ilusión,
sino una realidad.
Un suspiro de amor,
un leve recorrido a tus labios
y pisar el fondo de tu corazón
respirar el aire de tus besos.
Como fuera o como fuere,
como sea o hasta donde llegue
el que es capaz de transpirar el tiempo
es capaz de de no morir jamás.
Y eso que jamás diré un siempre,
como se dicen en los versos libres.
Ni diré un cruel nunca,
porque te tengo sellado en mi nuca.
Desde estos pequeños pasos,
hasta grandes saltos ,
de amor en amor,
de estrofa en estrofa...
Y este es el sentimiento,
plácido y gran sentimiento
sin seguimiento ni argumento
que el amor que patento.
-A través de tus ojos,
con el sabor de tus besos,
y el tacto de tus manos
siempre fuiste ese sueño. O tantos de muchos-