viernes, 12 de diciembre de 2014

sentimientos sordos

Quería dejarlo escrito,
 dejar constancia de este grito,
como un fuerte latido
que no me deja mirar de nuevo.

A veces,
caes.
En un vacío profundo,
en el inconexo nudo
de aquél maldito,
 mundo interno.

El amor, la fatiga,
la amistad. Como un puente
de emociones absolutas
que parecen reabrir
-a veces-
 brechas,
-a veces-
esperanzas.

Si me pusiera a hablar de la felicidad,
entonces sólo hablaría de ti.
Pero como eso,
hay mil cosas más así.

Porque en mi mundo,
hay mil cosas bellas.
Y cada una se mueve
a la vez que la alegría,
la dulzura y simpatía,
la tarde fría de un invierno,
nunca apático,
algo nostálgico,
pero siempre mágico.

Pues sí,
hay personas que se convierten en instantes,
en recuerdos,
en sensaciones ardientes,
o en sentimientos sordos del ayer.

Desde aquí no hay pasos,
no hay sendero hecho.
Sólo existe libertad,
como estas alas de mi verdad.

No había mejor verso que un abrazo,
ni mayor plagio en una estrofa
de amor que canta
y suplica,
poesía o arte,
arte ,
o amarte.

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