martes, 7 de octubre de 2014

Nuevos caminos



Creo que pintaré con colores bonitos y brillantes un cielo azul cada día. Incluiré estrellas al anochecer, y  las imaginaré mientras el viento desmantela una nueva sensación. Dejaré que sea el humo el que me mate y no la nostalgia, dejando pasos inciertos en la arena de esas playas que llevaban grandes mares de dudas. 
Caeré como cae la gravedad en el espacio y dejaré paso a nuevos alientos de vida en mí. Como dejé de creer en algunas personas y empecé a creer en otras.
Caminaré por nuevos senderos de calma, y me llevaré conmigo tu voz. Así mismo, dejaré paso al recuerdo de tu imagen cada vez que me lo permita el frío de tus ojos. Me sigue brillando tu luz por las noches, y jamás la quise apagar. Tu luz me guía y me pierde, pero siempre me vuelve al mismo lugar. Regreso a un nosotros, aunque a veces seamos dos y no uno. 

Marqué los límites de mi horizonte y tracé las líneas de mi destino. Volví unos pasos hacia atrás para coger algo de carrerilla, impulsándome luego hacia nuevos caminos. Descubro que mi vida no es más que trozos de memorias y algunos gramos de ilusión que se mezclan en cierto intervalo de tiempo para crear en mí algún tipo de sentido. He visto como cada momento tiene que ser especial, diferente. He visto que es mejor quedarse quemado que morirse congelado en el frío. No hay más que espinas que sacar, pero tantas rosas que oler. Y por eso abro paso a nuevos sitios. Hay quien querrá verse conmigo mañana, y hay quién querrá irse hoy mismo. Sea cual sea las decisión de algunos jamás podrán cambiar mis ganas por querer llegar al núcleo de mis sueños. Y no termino de verlo, pero sé que ahí está. Es algún tipo de esperanza la que me llama a querer marchar y regresar siempre, del mismo sitio, al mismo lugar. Es así, la vida de un ser humano, un vida sin fin, un fin en la vida. La muerte del silencio para ser una historia más. 







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