viernes, 26 de septiembre de 2014

Monstruos

No los llamo monstruos a aquellos que viven ajenos a losproblemas de este mundo pero sí creo que están dirigidos por uno de ellos. No me gustaba pasear por esas calles viendo como muchas personas se refugiaban en el miedo y acababan por acatar cualquier norma, cualquier sentencia, y aplaudían todo lo que hacían los demás. Grandes monstruos de este mundo que generaron una sociedad de inútiles, un lugar en donde nadie tenía voz ni voto, un momento que estaba presidido por la desesperación, la tristeza, y el pesimismo. No me gustaba ver la mirada de algunas personas porque era fría y negra. Nunca creí en el odio pero ellos nunca creyeron en la bondad. Era común encontrarse con muchos que llevaban tras su espalda una vida dura y un pensamiento que les cargaba aún más, repitiéndose en sus cabezas que no podían.

Quise huir muy rápido de esos y busqué probar suerte en otro lugar. Me di cuenta de que la calidad de las personas variaba en función de lo diferentes que eran del resto. No me gustaba ser así de clasificante, pero era cierto. Algunos se salvaban del resto y muchos otros eran atraídos por los que no querían vivir para los demás; querían vivir para ellos. Sin embargo, tuve la suerte de encontrarme con personas felices y fuertes que eran capaces de levantarse no solo a ellos mismos, sino a los demás.

Esos, en mi mundo, eran los fuertes.
Pero esos fuertes nacieron de su propia debilidad; eran ángeles que un día fueron monstruos.

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