martes, 26 de marzo de 2013

May

Es así como las cosas pasan y el tiempo se mantiene. Constante es nuestro latido hasta el dia en el que por alguna razón inmediata se dé por vencido. Incluso es fácil hablar de la alegría desde la canción que escucho, es fácil atreverse a sonreír y dejar de lado la ignorancia hacia la tristeza. Porque el que es  triste es un ignorante, pues no sabe ver lo que hay detras de todo lo que existe, lo que hay detrás de todo lo que a simple vista se ve.

Y he conocido todos los motivos por los que las personas se alejan, se van; desaparecen. He entendido porqué a veces resulta complicado dejarlo todo en manos del destino, porqué lo desconocido nos atrae, y porqué a la vez tememos. Y no quisiera hablar de cerrar cualquier puerta en mi corazón por mucho que las quiera cerrar y sellar. Pero todo lo que parece no es, y todo lo que quisiera decir no puedo expresarlo porque se lee entre líneas con los ojos de corazones que buscan algo más que amor. Porque la alegría es una actitud. Una actitud de agradecimiento, de valoración de todo esto que nos rodea.

Y por eso le doy tiempo a mi tiempo, a cada paso le permito dos minutos más, y a cada minuto le dejo fluir de la forma que más pueda suceder.

Porque sé que existe una luz al fondo de un túnel más o menos complicado, y sé que hay sol después de la lluvia o con ella misma. Y sé que cuando coinciden aparece un arcoiris. Y por eso mismo mi sonrisa es plena, mi lágrima es densa y sumisa, pero soy feliz. Porque espero, porque regreso, porque vuelvo a sonreír.

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