sábado, 16 de febrero de 2013

tonterias.

Y lo único que puedo llegar a decir es que mis razones quedan cortas. Y es más, aquí no encuentro buen lugar para describir. Prefiero ir, ir a otro lugar; espero mis maletas en la puerta. Digan lo que digan mis promesas no se rompen, mis sonrisas aprenden, mi corazón rebosa con ternura. Me encantaría algún día ser esa clase de mujer perfecta, que enfade por pequeñas tonterías y tenga algún plan alternativo, salidas; diferentes maneras de hacer las cosas. Pero mi complicación me delimita, mi risa es más astuta, mis palabras son decididas, mi edad es corta para lo que siento. Y sacarle la punta a cualquier cumplido, frase o insulto. Y voy buscando un hueco para respirar, un sueño tras otro hasta que al final acabo viviendo de ello.

Y me encantaría ser diferente, dejar que las cosas pasen sin antes tener que pasar. No tenerle miedo al sentir, no darme sin saber. No quiero dar un amor de forma incondicional si es tirarme por la borda. Que después de todo, el tiempo está temblando, deseando que llegue el momento en el que de nuevo, dos corazones puedan sentir algo. Un algo el cuál seria injusto tratar de decirlo con meras palabras.

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