martes, 13 de noviembre de 2012

sonrisa

Si cada palabra pudiéramos respirarla, estoy segura de que la gran mayoria de las discusiones que nos parten dejarían de darse con tanta frecuencia. Te sientes solo en medio de una multitud, intentas buscar alguna persona entre todas que te haga compartir algo bonito. Una de las cosas que quisiera decir se queda mejor entre las lineas de estas frases. Porque si a cada aliento le sumáramos una sonrisa, quizás no te sentirías así, porque no, no hay nada que perder mientras podamos poder. Me doy cuenta de que la fuerza en mi interior puede rebosar cuando quiera decidirse a pensar que lo puede sobrepasar. Quiero borrarme cada señal, pero no quiero quedarme vagando entre las miradas de unos cuántos para poder fingir la de otro. Estoy fuera del amor, y con todo lo que hice también estoy fuera de un pequeño sentimiento. Pero soy muy capaz de poder tocar el cielo con los ojos, y de poder sentir la felicidad con un brote de esperanza en mi sonrisa. No, no me rompo. Es un día frio, pero con el tiempo esa canción tentará cierto destino y dejará que su otoño se descongele para no llegar tiritándole al invierno. No me pidas perdón si no tienes razón, confié en la emoción de cada corazón; pero entendí que no hay nada que entender. Con cada sonrisa me despido, no digo adiós porque nunca me hizo falta. Tengo una pequeña lista en donde voy escribiendo cada una de las personas que hicieron cosas capaces de sorprenderme, capaces de irse y capaces de volverse. Fui siempre una persona sincera, comprometida con lo que sentía y dejo de lado la tontería. No me creo lo que digan, prefiero no ser una esa ilusa que se cree feliz y solo está reclusa. Voy riéndole a la vida y fastidio la risa que la vida intenta dibujarse. Porque he visto al amor dormirse, he visto al amor reclinarse ante las realidades huecas de la vida; lo he visto con miedo. Pero también he visto al amor poder, mover tantas personas como corazones mueven mundos. He visto no temerle al miedo, he visto brillar ciertos ojos desde su interior, he visto odiar y luego amar. He visto calmar, he visto cambiar por alguien sin querer. He visto personas que andaban ciegas pensando que estaban en el lugar correcto y cuando se dieron cuenta era muy tarde. Sin embargo  nunca dejé de ver como crecían nuestros sueños, como dejan de jugar los niños, como los que se pelean se desean. Y no quiero indagar en una pregunta porque más de una vez obtuve la respuesta que ahora mismo me hace sentirme más de lo que fui.

No hay comentarios:

Publicar un comentario