domingo, 8 de enero de 2012

YOUNG.

muramos jóvenes, o vivamos para siempre. No tenemos el poder pero nunca decimos nunca. Vivir termina y termina quién vive. Entre otros el corazón confuso intenta aceptar y asimilar cada una de esas verdades que duelen. Es dificil olvidar y tachar del viento las palabras, no existe nunca el olvido en el corazón. Personas que quieren querer, y sin querer acaban queriendo; cambiamos, maduramos, experimentamos cosas mejores que el tabaco o el alcohol, la adrenalina y disparates.
Nos elevamos y para esos que no saben volar, les parecemos más pequeños. Estruendos son esos en la noche, llorar solo , hablar por teléfono dos horas y contar la vida como si fuera una historia de ficción. Que no hay nada improbable ni si quiera complicado, la vida es práctica: consiste en vivir; ya ves tan practica que en marcha el corazón se nos pone antes si quiera de respirar.

Y esto es como un juego, las cartas son barajadas y puestas distraídamente por aquel quién las reparte, disponiendolas con intenciones desconocidas. A nuestro parecer, con nuestra opinión y depende de cómo coño miremos las cosas seremos felices o no; sabes. Pasarse la vida enlagrimado solo profundiza el lacrimal  y lo desborda entre las lágrimas; ese azul que pierde el color con el tiempo.

Destapando cada momento encontraremos la sonrisa, encontraremos el amor, la felicidad, personas buenas, d esas que nos quieren, listas con números altos, y criticas constructivas. La fuerza del animo, los huevos que hay que tener para defender, la cara por alguien, expander la ilusión con solo soñar.

Jóvenes, personas con dos dedos de frente que se toman la vida con humor, ríendose de ellos mismos, y si hace falta, prometerse pedirse un perdón.

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