jueves, 23 de julio de 2015

Miedos y actitud.



La actitud es el motor, o sea, un medio para lograr un fin. La actitud también es un fin en sí mismo puesto que una buena actitud siempre proporciona algo positivo. Pero no me refiero a la actitud como un fin, sino como un herramienta dispuesta en nosotros mismos para llevar a cabo actividades, para superar experiencias y momentos difíciles, o para lograr algunos objetivos. la actitud, además, no creo que sea la misma para todos. Es decir, la actitud no tiene por qué experimentarse igual en dos personas, ya que seguramente la manera de exteriorizar la actitud sea distinta. Pero entre todas las personas con actitud hay un denominador común que no podemos olvidar, y es que las personas con una buena actitud ante la vida aprecian todo lo que esta misma les proporciona.

Seguramente, habremos oído hablar a muchas personas sobre cómo se sienten. Todos, estoy convencida, hemos estado tristes alguna vez. Y muchos, han tenido momentos complicados prolongados, situaciones de tristeza o insatisfacción, un "no estar bien contigo mismo". En estos momentos, no se sabe muy bien lo que se quiere, no se conoce demasiado hasta qué punto podemos llegar, no queremos caer, porque nos da miedo chocarnos. Pero, en verdad, el monstruo lo tienes frente a ti. Todas tus dudas, todos tus miedos, todo esta en frente de ti. - El momento de enfrentarte contigo mismo ya está aquí, y no pasa nada- . Puedes abrazar al monstruo, puedes saludarlo, puedes superarlo, porque está en tus manos. Sólo, y únicamente de manera determinante está en tus manos superar aquello que te perturba.

Ese primer paso: es actitud. Quizá el problema no sea más que falta de comprensión, quizá todo reside en algun momento de tu vida que te marcó, quizá tienes miedo a la soledad. A lo mejor el problema puede ser que nada te satisface: entonces prueba a ayudar a los demás. También es posible que estés intranquilo: seguramente te vendría bien abrirte con algunas personas. A lo mejor estás en un bucle, metido, desde hace años, porque crees que la vida es demasiado dura, demasiado difícil, y has hecho de un problema una vida entera: Réstale la importancia que le sobra al problema, tócalo, analízalo, y no tengas miedo.

No sé, la verdad, todos los casos que habrán sobre los miedos, las frustraciones, y todos esos problemas que, a algunas personas, les llevan a la destrucción. Y tampoco hay que ver demasiadas experiencias para entender que la motivación no nace de la nada, no llega al buzón de tu casa, no es un regalo que se pueda abrir. La motivación, la actitud y la valentía son valores, y por tanto hay que adquirirlos. Cuesta esfuerzo, como todo lo bueno. A veces, también es cuestión de tiempo. Pero lo más importante es que un día, te sentirás mejor. Nada será perfecto, pero sabrás quererte, y por tanto, sabras querer y valorar a los que están a tu lado. 


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