domingo, 22 de febrero de 2015

Nuevo rumbo

Tú, 
querido amigo 
de la luz de la sonrisa,
querida estrella,
que brilla en tu mirada.

Tú, 
querido atardecer dorado,
de aquí al infinito
un amor que brota
sin tiempo, sin espacio. 

Tú, 
creador de sentimiento,
no hay talento más que este.
Ya no hay frases,
no quedan en ningún recital.

Tú, 
que a ti te escribo,
deseando encontrar
algo que dejé de buscar,
como se buscan los recuerdos
y nunca se llegan a encontrar.

Tú, 
Galán del miedo y de la maestría,
mañana comienza:
nuestra  felicidad de día,
y nuestra calma de noche.

No es, 
si más no creo que sea
un poco de arte,
O sea,
es todo y más.

Y tú,
Príncipe de un cuento sin hadas,
galopando,
por senderos verdes y azulados,
trazando rumbo de un color
que no existe más que aquí.

Tú,

Dirige tu mirada al frente,
marca un horizonte
y desdibuja este paisaje
dejando nacer a la incertidumbre.

Pero, 

dibújalo con carboncillo
y escríbeme lejos,
porque no hay distancia ni tiempo,
no hay límite en esto,
no hay técnica ni reglas,
solo hay es(entimien)to 


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