
o demasiado difícil para otros.
Rostros de un silencio,
de un amor cuerdo.
Se atan entonces
esas pequeñas fibrillas,
y se entrelazan cada

sin morir jamás.
Pero

eso que digo al principio:
tontos o difíciles
todos los supuestos nuestros.
Como

y cubre mis heridas
con trapos de algodón,
tejido limpio y azul
Como cuando mis manos
se vuelven las creadoras
de un abrazo que es sustento,
que es fruto de sentimiento.
Pues, como así he dicho,
entre

unos somos de hablar
y otros de obrar.
El problema está

en que a veces sobran palabras,
y a veces,
faltan actos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario